Image and video hosting by TinyPic

viernes, enero 4

Me A B U R R I de este blog

Todo lo que he dicho acá tiene connotación íntima, discreta y artística de mi alma, aquella que quería gritar pero que al final terminó conteniéndose más de lo que debía.

Me aburre el hecho de que ahora no tenga nada que decir, nada que contar sino sólo sandeces. Ya no tengo alguien que me de feedback, alguien que escriba así sea una burrada y veo que visitan y demás y les agradezco, pero ya no es lo mismo.

También me aburre seguir publicando algo que tenga que ver con él. Me aburre pensar en él y sus malditas acciones, sus malditas promesas, malditas palabras y su maldita sonrisa. Su maldita esperanza, sus malditas frases de 'nos tenemos que ver' para que termine siendo un tiempo sin saber de él o demás. Sus malditas ganas de volver, hablar y volverse a largar sin dejar nota de nada. Creo que aprendí a odiarlo.

Me aburre siempre hablar de lo mal que estoy, de lo mal que puedo llegar a estar o de lo mal que estuve. Me aburre tener que contarle todo esto a un blog catre que se traga mis pasiones, sueños, críticas y obscenidades. Me aburre tener que estar mal para escribir.

Me aburre todo, me aburre estar enferma (como lo estoy ahora), me aburre trabajar, me aburre no trabajar, me aburre el sol que hace en el día en esta ciudad de mierda. Me aburre todo. No sé si estoy deprimida o me falta animar mi vida o renunciar a mi trabajo, me aburre todo y por eso, he decidido dejar de escribir en este blog: tengo pensado cambiar la contraseña a alguna que no recuerde nunca o simplemente inventarla con los ojos cerrados y ya, para no volver nunca más, no me quiero hacer más daño. No quiero volver a saber de Camile porque ella quería gritar lo que quería pero no podía decir y terminó ahogándose en sus propios pensamientos, pobresita, me da lástima. No borraré este blog porque sé que hay cosas que lo valen, que siempre estarán ahí y que no se podrán borrar, no quiero borrar eso bonito, pero sí lo quiero olvidar. Pobre Camile. Pobre de ella.

Menos mal nunca volverá. Gracias a todos. Gracias a nadie y hasta nunca.

martes, enero 1

Primero de enero.

Esta vez no escribo el 31 de diciembre. Solía hacerlo para este blog entre las 9 y las 11 de la noche con barniz oscuro, en mi cama y en casa de mi padre.
Este año fue totalmente diferente, o bueno, el año pasado. Salí a las 10pm de mi trabajo, llegué a la casa de mi madre y estaba mi familia, escasamente tuve tiempo de arreglarme y ponerme presentable porque parecía un ogro recién salido de barro.

No me retracto de nada este año que acaba de pasar, de pronto de una cosa nada más, pero el resto no. Aprendí muchas cosas, odié muchísimas otras, conocí que es el amor ciego, terminé embriagándome casa fin de semana, terminé con alguien con quien no debía, empecé con quienes debía y amé mi nuevo cargo AIESECo. Mi perra tuvo un cachorrito, besé muchos sapos, cambié de casa, viajé en verano a USA y conicí el parque de Harry Potter, vi a mi familia, disfruté de la mejor ciudad del mundo, me caí un 96% del año besando al piso, verifiqué que soy compradora compulsiva y me determiné no quererte más.

Lo que me deja el 2012 fue de muy malo a muy bueno fue algo Bueno. ¿Por qué Bueno? Primero, porque tu volviste, decidiste regresar, hacer lo que te planeabas hacer y largarte de nuevo. Segundo, terminé con quién no debía terminar pero no me arrepiento; tercero, Ana y Mía estaban presentes pero no me dominaron por completo; cuarto, debo mucho dinero por mi condición compulsiva de compras y quinto, me sigo tragando lo que me dicen sin digerirlo.

Entonces, primero, tu. Sí, tu, volviste y hablamos y todo eso pero ya, no pensaste que iba a ser algo importante para mí. Pensaste que pasabas desapercibido, pero siempre te he querido y te odio por eso, pero sin embargo no te puedo odiar.
Segundo, no fue la mejor decisión de mi vida, estaba ebria hasta los codos y las ganas me llevaron, pero fue rico y lo disfruté, no me retracto.
Tercero, malditas arpías, siguen ahí y las sigo queriendo malditas desgraciadas. Debería echarlas pero pienso que se irá una gran parte de mi, me gustaría que me dominaran o que no lo hicieran, pero nada de gris.
Cuarto, debo alrededor de US$1000 dólares a mis padres por ser una compradora compulsiva, maldito internet y free shipping, gracias.
Quinto, mi 31 de diciembre se tornó amargo gracias a lo que Saskia me dijo sobre F, me dolió un montón y todavía siento ese ardor en la piel que no es piel sino neuronas. Maldita sea.

Pero en sí, fue el mejor de los años, comprendí muchas cosas, disfruté mi juventud ya que se acabará a mitad de año y emprendí mi desafío de ser AIESECa. Me volví más amiga de mi mejor amiga, disfruté cada momento así fuera estúpido, doliente o bueno. Fui feliz la mayor parte del año y es algo a lo que le atribuyo mi cambio. Por lo menos amo lo que hago, lo que estudio y con quienes estudio <3 nbsp="nbsp" p="p">

Me encantó el 2012 y ya que la gente sigue creyendo burradas de que el 31 de Marzo se acabará el mundo, pues que se chupen mis bolas, el 2013 será el mejor de los años para mí.


domingo, diciembre 16

sábado, diciembre 8

I hate you. I just do. Why?




I hate the way you talk to me,
and the way you cut your hair.
I hate the way you drive my car,
I hate it when you stare.
I hate your big dumb combat boots
and the way you read my mind.
I hate you so much it makes me sick,
it even makes me rhyme.
I hate the way you’re always right,
I hate it when you lie.
I hate it when you make me laugh,
even worse when you make me cry.
I hate it when you’re not around,
and the fact that you didn’t call.
But mostly I hate the way I don’t hate you,
not even close…not even a little bit… not even at all. 

lunes, noviembre 19

lunes, octubre 8

It's good to feel good.

Hace mucho tiempo no me sentía tan bien, tan viva. Por primera vez puedo sentirme muy bien, en un 95% diría yo.
Me enfoco en ese 95% porque el restante no importa en absoluto ahora. Me siento bien porque por primera vez estoy saciando mis necesidades sociales: de liderazgo, poder, y angustia. Sentí que si entraba en la organización mi vida iba a cambiar y así es; trabajar en AIESEC es de los placeres más geniales del mundo, así como cuando se come chocolate porque quieres y no te importa engordar... Mi motivación intrínseca cada vez sale más a flote porque quiero vivir, aprender y cumplir mis sueños (así suene muy cursi o rosa) pero es la verdad. Es decir, salí, me junté con gente nueva, conocí nuevas personas y compartí en ambientes fuera de lo común. Me fue bien, diría yo.

Cada vez me siento más fuerte, mejor persona y activista ante todo. Me siento cada vez mejor con mis acciones, con mis criterios (algunos) y me gusta ser quien soy. Sé que soy muy directa, mi cara no refleja empatía ni soy muy dulce, que me río de cosas muy crueles y que soy muy fría. Pero soy así, mi confianza está distribuida en pocas personas, poquísimas y la verdad me sienta bien eso.


Sí, algunas veces se me sale el meloso, el buena persona y últimamente, el positivismo, aunque más centrado en las acciones y yo siempre lo he hecho. Desgraciadamente mi país no tiene ese ambiente para que fomentes las ganas de seguir adelante, de triunfar como debe ser, de continuar con tus sueños porque los nublan o muchos te ganan sin saber por la corrupción. Me encantaría vivir en un mundo donde las cosas, los sueños, el aprendizaje y demás fueran más fáciles, más entendibles y cumplibles, otro país, sí.

Septiembre y Octubre han sido realmente buenos, viajes con amigos, nuevas temporadas de mis series favoritas (hace una semana comenzó Supernatural, hoy comienza Gossip Girl y el jueves Vampire Diaries) y nuevos libros, incluso eróticos. Ya me ataca el desespero por hoy y por el jueves, he esperado por meses a saber de qué pasará por todos los contextos de moda y de vampiros que no brillan. Quiero que este año acabe con broche de oro.
Saludos.

jueves, septiembre 20