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domingo, agosto 5

Confesión #2

Forzar una sonrisa no lleva a ningún lado. Sólo a ocultar cada vez más el dolor y agudizarlo. Es decir, ser hipócrita: tratar de encerar el dolor solamente hará que se vuelva cada vez más grande.
Repetirte que todo va a estar bien no hará que la varita mágica se agite. Tu tienes que hacer que las cosas cambien para bien, yo soy dueña de mi vida y hago lo que me plazca con ella. Si quiero degenerarme y no tener un bonito futuro, lo hago. Si quiero tener todo lo que quiero no es sólo anhelarlo, sino ir por ello.
Por eso he decidido forjarme de armadura, enfrentar mis miedos, arriesgarme a saltar del precipicio en bungee, a dejar la cobardía y ser quien quiero ser.
No puedo ser quien quiero ser si me persigue el pasado. Tampoco el pensar como lo hacía antes ni mucho menos como actuaba. Mi armadura es contra el pasado, contra mis pensamientos pesimistas y cobardes, contra los malos actos y la estupidez, la falta de personalidad, y me deja quererme a mi misma y darme valor que no me atrevía a tener.

Gracias Demi, gracias.


He decidido dejarte. He decidido olvidarte. He decidido que ya no tienes ese efecto en mi de la primera confesión, que ya no pasa nada.
He decidido ser una mejor persona y recibir lo que doy.
He decidido progresar, no estancarme en el pasado y planear un buen futuro; no me quiero quedar en donde estoy y haré todo lo posible por conocer el mundo tan grande que tenemos.
He decidido estudiar tanto como pueda, aprender lo que más pueda y nunca parar de hacerlo.
He decidido que mi dependencia empezará pronto, que quiero agradecerle a mis padres todo lo que han hecho por mi y empezarles a pagar lo que más pueda.
He decidido que no me importa tener vida social: estoy en una etapa en donde la vida social es lo que más importa, pero si es un obstáculo, prefiero derribarlo porque no me deja avanzar, aparte a quienes tengo de mi lado se parecen tanto a mi, que no me preocupo por ello.
He decidido ser una buena persona y madurar.
He decidido leer hasta que necesite cambiarme los ojos por todo lo que quiero aprender, por todo lo que hay que conocer y todo lo que ya sé pero no recuerdo muy bien.
He decidido llenarme de armonía, de buena vibra y recibir lo mejor del mundo. Si no recibo lo que quiero, aceptaré todo, porque todo pasa por algo.

He decidido cambiar para bien.
He decidido armarme de valor.